Y el viento hizo que tu mirada y la mía se entrelazaran, hizo que mi corazón reaccionara de tal manera que fui directa a saludarte. Quise formar el cuento de hadas que todas desean y cuando estaba a punto de acabar bien, dan las doce de la noche y el hechizo culminó, se acabó la magia y volvimos a ser los de antes, dos individuos que no tenían nada en común.
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