domingo, 1 de mayo de 2011

Palabras Sin Hechos!

Queda poco de lo que nunca hubo nada:
dos promesas y tres palabras para un adiós
que ruboriza a la vida con sus despedidas
para volver, otra vez, como siempre, mañana.
¿Por qué sentir nostalgia, pena, melancolía
si sus ojos nunca me miraron como yo los vi:
tan hermosos, tan grandes, tan míos?
Hablamos en otro idioma,
quizá hablemos en otros términos
que terminan por sernos familiares,
un te quiero, una mirada y otras tantas cosas
insignificantes para quien no sabe de amor.
Háblame, si quieres, de lo que siempre callaste
transida de recuerdos y letanías
y devuélvele los días a aquel febrero
que pasó de puntillas para no despertar al llanto.

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